PROTECCIÓN DE LA MATERNIDAD Y LA LACTANCIA EN EL TRABAJO

AGENTES ERGONÓMICOS
RIESGO MEDIDAS PREVENTIVAS
GENERALES ESPECÍFICAS
Manipulación manual de cargas
  • Diseño de los puestos de trabajo de forma que no supongan un riesgo de lesiones musculoesqueléticas para nadie que lo desempeñe, independientemente de sus dimensiones y fuerza.
  • Medidas generales recomendadas en la Guía Técnica del Real Decreto 487/1997.
  • Es conveniente estar atentos a la sensación de fatiga o penosidad de la mujer para revisar la organización y las condiciones de trabajo así como las prácticas de trabajo que pueden haber variado durante la evolución del embarazo y las otras situaciones ligadas a la maternidad.
  • Adecuar el vestuario y los equipos de protección individual así como evitar aquellos que sean muy pesados.
  • Revisar de forma individual y periódica los procedimientos de manipulación manual de cargas desde el inicio del embarazo hasta la vuelta al trabajo y durante el periodo de lactancia, ya que la mujer en estas situaciones tiende a modificar sus hábitos de trabajo para minimizar la fatiga en detrimento de su espalda.
  • Ajustar la duración y la frecuencia de las pausas en el trabajo para garantizar el descanso necesario y prevenir la fatiga.
  • Revisar la organización del trabajo y el volumen de trabajo.
  • Fomentar el apoyo de los compañeros/as y de los mandos intermedios.
  • Evitar la manipulación manual de cargas en ambientes calurosos o fríos.
CRITERIOS DE MANIPULACIÓN

Durante los seis primeros meses de embarazo:

  • Si el manejo de cargas es reiterado, es decir, cuando se realizan 4 manipulaciones o más por turno de 8 horas, el peso máximo recomendado es de 5 kilos.
  • Si el manejo de cargas es intermitente, es decir, cuando se realizan menos de 4 manipulaciones en un turno de 8 horas, el peso máximo recomendado es de 10 kilos.
  • A partir del séptimo mes de embarazo, evitar el manejo manual de cargas.
  • Evitar aquellas manipulaciones que supongan un riesgo de golpes a nivel del abdomen
RIESGO MEDIDAS PREVENTIVAS
Posturas forzadas
  • Evitar posturas forzadas o extremas al realizar la tarea mediante el rediseño del puesto de trabajo y la adaptación del mismo a las medidas, alcances y necesidades de espacio de la embarazada.
  • Bajar el plano de trabajo por debajo del abdomen para la realización de tareas manuales.
  • Reubicación de los elementos de trabajo dentro de las nuevas áreas de alcance funcional.
  • Favorecer el cambio postural con cierta frecuencia.
  • Fomentar periodos cortos de deambulación asegurándose de que las vías de circulación son seguras, anchas y sin obtáculos.
  • Disponer de asientos regulables preferentemente con mecanismo sincro y con un asiento con ancho de base suficiente.
  • Sentarse en un ángulo de 110º para evitar la compresión fetal en sedestación.
  • Disponer de reposapiés en los trabajos sentados y de pie.
  • Reducir o suprimir el trabajo nocturno y a turno ya que es un agravante de la carga de trabajo.
  • Evitar puestos de trabajo con ritmos impuestos.
  • Establecer relaciones actividad-descanso adecuadas.
  • Recomendar el uso de medias de compresión venosa y de calzado cómodo, estable y seguro.
  • Facilitar formación en higiene postural adaptada a y para las trabajadoras en estas situaciones.
  • Hacer promoción de hábitos saludables de alimentación y actividad física.
CRITERIOS POSTURALES

Estos criterios son orientativos y aplicables a trabajadoras sin problemas de salud siendo el profesional de la salud el que, dada la gran influencia que ejercen los factores personales, ajustará y propondrá las medidas adecuadas en cada caso, según la evolución de cada una de las situaciones.

  • Evitar las inclinaciones repetidas que supongan un esfuerzo físico importante o problemas de equilibrio.

  • Se debe fomentar la alternancia postural.

En cuanto a la bipedestación prolongada:

  • Durante el primer y segundo trimestre de embarazo se deberán establecer pausas de al menos 15 minutos cada cuatro horas de trabajo en bipedestación.
  • En el último trimestre, debe evitarse el mantenimiento de la postura de pie durante más de 30 minutos.
RIESGO MEDIDAS PREVENTIVAS
Duración de la jornada
  • Evitar horas extras, guardias.
  • Jornada diaria igual o menor de 8 h.
  • Jornada semanal igual o menor de 40 h.
  • No más de cinco días seguidos sin descanso.
  • Posibilidad de flexibilidad horaria y/o teletrabajo.
  • Medidas consensuadas de conciliación de la vida laboral y familiar.
  • Pausas más largas y frecuentes, con autonomía para elegir el momento de disfrutarlas (incluyendo las visitas al lavabo).
  • En caso de lactancia, proporcionar las condiciones adecuadas (instalaciones y tiempo necesarios).
IDEAS Y EJEMPLOS ÚTILES
  • La flexibilidad horaria y el teletrabajo son mecanismos que facilitan la autonomía de la trabajadora a la hora de distribuir su carga de trabajo y sus descansos, siendo fácilmente aplicables en muchas actividades profesionales. Deberá prestarse especial atención a algunas actividades del sector servicios (servicios sanitarios, comercio, hostelería y restauración, locales de ocio y espectáculos, transporte, etc.) o del sector industrial (trabajadoras de líneas de producción).
  • Medidas como variar los horarios de entrada y salida pueden ayudar a evitar la exposición al tráfico en horas punta, disminuyendo el tiempo de desplazamientos y los riesgos que de ellos se derivan para la embarazada.
RIESGO MEDIDAS PREVENTIVAS
Control sobre ritmo de trabajo y pausas
  • Reducir el volumen y el ritmo de trabajo.
  • Aumentar la capacidad de autorregulación sobre el volumen y ritmo de trabajo.
  • Aumentar el tiempo disponible para descansos y su frecuencia, proporcionando autonomía a la trabajadora para disfrutarlos (incluyendo las visitas al lavabo).
  • Disponer del personal adecuado para cubrir bajas, descansos.
  • Disponer de las condiciones necesarias para facilitar los descansos (salas adecuadas y de fácil acceso, mecanismos de sustitución ágiles que eviten la sobrecarga posterior de la trabajadora o sus compañeros/as).
IDEAS Y EJEMPLOS ÚTILES
  • Además de muchas ocupaciones propias de la industria (trabajo en cadena en actividades de procesado de alimentos, industria química, electrónica o textil, por ejemplo), debe prestarse especial atención a ocupaciones propias del sector servicios, como las agentes de atención telefónica, las cajeras de hipermercado, las conductoras de transporte público, etc.
  • La presencia de náuseas o mareos, el aumento de la frecuencia de micción, la necesidad de cambiar de postura, etc. son algunas de las características que pueden aparecer durante el embarazo, que irán variando a lo largo de los trimestres. El ritmo de trabajo y las pausas deben ser lo más flexibles posible, de modo que la trabajadora pueda regularlos según sus necesidades particulares en cada etapa del embarazo.
RIESGO MEDIDAS PREVENTIVAS
GENERALES ESPECÍFICAS
Trabajos a turnos y trabajo nocturno
  • Respetar las horas de sueño.
  • Consensuar el horario de trabajo y las pausas con la trabajadora.
  • Avisar los cambios de turno con suficiente antelación.
  • Aumentar el número de pausas y facilitar un asiento o apoyo adecuado cuando se realicen tareas de pie.
  • Mientras se tenga que trabajar en un turno rotatorio, los ciclos de rotación serán cortos, de dos o tres días.
  • Facilitar una alimentación sana y equilibrada, en un espacio adecuado y con tiempo suficiente para comer.
  • La necesidad de la no realización de trabajo nocturno o a turnos vendrá condicionada por la existencia tanto de factores de riesgo concurrentes de origen laboral (esfuerzo físico, manejo de cargas, bipedestación prolongada, trabajo en aislamiento, etc...) como de las condiciones y características individuales de la trabajadora y de la evolución del embarazo.
  • Como criterio general es recomendable el cambiar el turno de noche o rotatorio por uno fijo y de mañana a partir del tercer trimestre de embarazo o en cualquier momento del embarazo y hasta tres meses después del parto si así lo certifica el médico que la asiste.
  • A modo de ejemplo, a nivel individual es recomendable la no realización de un trabajo a turnos o nocturno en la caso de embarazo múltiple, retraso en el creciemiento fetal, posible parto pre-término, diabetes tipo I, antecedentes de aborto...
  • Asegurar los primeros auxiliios y el acceso a un lugar apropiado para descansar en todos los turnos de trabajo.
  • Evitar las jornadas de más de 8 horas, evitando las semanas reducidas y las guardias de trabajo.
  • Facilitar un lugar apropiado para la extración y conservación de la leche materna.
RIESGO MEDIDAS PREVENTIVAS
Agentes estresores
  • Reducir la carga de trabajo. Evitar la sobrecarga, reduciendo el volumen y el ritmo.
  • Permitir mayor influencia de la trabajadora sobre la organización de su trabajo (incluyendo, específicamente, las decisiones sobre posibles incompatibilidades derivadas de su estado).
  • Combinar la atención al público con otras tareas.
  • Favorecer la autonomía de la trabajadora a la hora de realizar sus tareas.
  • Pausas más largas y frecuentes, con autonomía para elegir el momento de disfrutarlas (incluyendo las visitas al lavabo).
  • Proporcionar los recursos humanos suficientes para que la trabajadora pueda ejercer sin presiones los derechos relativos a su estado (cubrir adecuadamente las bajas, permisos y ausencias sin ocasionar sobrecarga en la trabajadora ni en sus compañeros/as).
  • Mantener una buena red de apoyo social (instrumental y emocional) a la trabajadora, tanto en la realización de sus funciones, como respecto a las necesidades relacionadas con su estado. También durante la etapa de reincorporación al trabajo.
  • Reconocer y recompensar adecuadamente el trabajo realizado.
  • Evitar la rotación de turnos, mantener horarios fijos, preferentemente de día; evitar las horas extra.
  • Establecer medidas consensuadas de conciliación de la vida laboral y familiar.
  • Proporcionar un trato justo y no discriminatorio, garantizando al máximo la estabilidad en las condiciones de empleo.
  • Informar adecuadamente sobre los riesgos laborales y medidas preventivas específicos relativos al embarazo, parto reciente y lactancia.
IDEAS Y EJEMPLOS ÚTILES
  • Uno de los principales estresores laborales manifestados por médicas residentes embarazadas es la falta de apoyo de sus compañeros/as de trabajo y jefes/as (Finch, 2003) provocada por la anticipación de la sobrecarga cuantitativa temporal que se les avecina durante el embarazo, permiso por maternidad y primeros meses tras la reincorporación. Una adecuada política de personal debe prever, especialmente en aquellos empleos con abundante ocupación femenina, los mecanismos y recursos necesarios para que las trabajadoras puedan disfrutar sin presiones de los descansos y/o permisos que su situación requiera (muchos de ellos, establecidos por normativa específica).

    Este apoyo social es útil para mitigar los efectos negativos del estrés (en general) en la embarazada (Gammon y Dell, 1998). Por tanto, serían deseables todas aquellas medidas que puedan tomarse desde el ámbito laboral para facilitar el trabajo de la embarazada, y para facilitar el desarrollo del embarazo y su resultado:
  • Prestando ayuda cuando sea necesaria, evitando las situaciones de aislamiento físico que dificulten la interacción social de la trabajadora, manteniendo sistemas de trabajo en grupo, reuniones periódicas de coordinación, etc.
  • Facilitando el ejercicio de sus derechos específicos relativos al embarazo (por ejemplo, los recursos humanos y la organización necesarios para que la trabajadora pueda realizar pausas, disfrutar de sus permisos, etc; sin sentir presión o perjuicio alguno, por parte de la empresa ni de sus compañeros/as).
  • Habilitando una sala donde la madre reciente pueda extraerse y conservar la leche materna si desea continuar con la lactancia natural.

Fuente:
INSHT. Directrices para la evaluación de riesgos y protección de la maternidad en el trabajo




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