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  • Caídas o resbalones. Son accidentes muy comunes en los comedores, que pueden dar lugar a esguinces, contusiones y fracturas. En prevención de riesgos laborales hablamos de dos tipos de caídas:
    • Caídas al mismo nivel. Provocadas generalmente por suelos en mal estado o mal conservados, sucios y con restos de comida, con restos de grasa o recién fregados. Además, la empresa debe garantizar que tengáis calzado de seguridad con suela antideslizante, tenéis que evitar desplazaros corriendo y con prisas.
    • Caídas a distinto nivel. Normalmente se suelen producir por el uso de medios inadecuados para alcanzar objetos situados en zonas altas, o por el mal uso de escaleras.
    • Caídas en el comedor. Normalmente se suelen producir al tropezar con las patas de las sillas por disponer de espacios reducidos para el movimiento en los comedores.
  • Cortes y pinchazos con cuchillos u otros útiles, restos de alimentos, cúters, tijeras o cubiertos.
  • Golpes y caída de objetos. En los comedores, debido a la presencia de mucho material, mucho personal a la vez y también como consecuencia de las prisas, existe la posibilidad de golpearse contra objetos. Pero también en los comedores escolares es posible que los niños y niñas vayan corriendo, con los consiguientes riesgos de choques y golpes.
  • Quemaduras y escaldaduras como consecuencia de la exposición a comidas excesivamente calientes o a menaje que tenga acumulado demasiado calor.
  • Incendio de las instalaciones. El riesgo de incendio en las instalaciones de comedores, sobre todo de aquellos que tienen cocina propia, es un riesgo muy elevado.
  • Contacto eléctrico. En los comedores pueden existir deficiencias en las instalaciones eléctricas, las cuales pueden dar situaciones de riesgo eléctrico por contacto directo o indirecto.

El estrés térmico está presente en el trabajo en comedores, ya que es muy frecuente estar entrando y saliendo entre el comedor y la cocina, y por tanto con bruscos cambios de temperatura. Pero también en muchos lugares de trabajo hay que entrar en cámaras frigoríficas y congeladoras.

El ruido es otro de los riesgos que está presente en los comedores, ya sea provocado por los usuarios (en los comedores escolares es habitual que el ruido supere los 80 db) como por la mala acústica del propio comedor. Niveles altos y exposiciones prolongadas pueden derivar en problemas de audición.

Como consecuencia del ruido ambiental, también existen problemas de la voz, que es uno de los riesgos más comunes para quienes trabajan como monitores de comedores. Sus causas principales son el esfuerzo mantenido de la voz, una acústica inadecuada donde realizan su trabajo, los ruidos elevados producidos por los niños. etc. Los principales problemas que se dan en este tipo de trabajadores suelen ir desde una afonía hasta la aparición de nódulos y pólipos en las cuerdas vocales.

La iluminación también es muy importante. Poca iluminación, contrastes de luz, brillos excesivos, etc. Puede provocarnos molestias y malestar como por ejemplo irritación de ojos y dolores de cabeza.

Derivados sobre todo del contacto con sustancias de limpieza y desinfección. A menudo se trata de productos químicos fuertes que pueden causar intoxicación por inhalación o absorción, así como quemaduras en la piel y en los ojos, o sensibilizaciones alérgicas (eczema, asma, etc.). Este no es un riesgo preponderante en este puesto de trabajo, pero es conveniente tenerlo en cuenta.

La constante manipulación de alimentos origina la aparición del riesgo biológico. Hongos, bacterias, virus, etc., que pueden causar efectos negativos en la salud de la trabajadora.

  • Son muy comunes los trastornos de la piel: dermatitis por irritación, o dermatitis de contacto por alergia a las proteínas de origen animal (carne, hígado, pescado, crustáceos o moluscos), a las plantas (vegetales, frutas, especias) o a las enzimas y aditivos alimentarios (amilasa, acido benzoico...).
  • También son frecuentes los problemas cutáneos: verrugas en las palmas de las manos y los dedos, infecciones por hongos en las uñas, derivadas en su condiciones de trabajo en el contacto con frutas, jugos y sus residuos.
  • Las infecciones secundarias producidas por la penetración en la piel de gérmenes patógenos presentes en residuos, restos de comida, etc., son también un riesgo laboral frecuente.

Las enfermedades infecciosas transmisibles son aquellas producidas por microorganismos vivos con capacidad de transmitirse de persona a persona. Aparecen con mayor frecuencia en la edad escolar. El motivo fundamental es que en esta etapa escolar comparten espacios comunes, facilitando esto la transmisión de enfermedades infecciosas. Esto hace que las monitoras del comedor están especialmente expuestas al contagio.

Además la prevención de las enfermedades infecciosas se dificulta en muchas ocasiones por la presencia de personas infectadas asintomáticas que, a pesar de no tener clínica, pueden transmitir la enfermedad.

Los microorganismos se pueden transmitir de cuatro formas:

  • - Transmisión por vía respiratoria o aérea por gotitas en el aire, suspensión de microorganismos en el polvo u objetos contaminados.
  • - Transmisión por contacto que puede ser directo persona- persona o indirecto por contacto con objetos contaminados.
  • - Transmisión sanguínea por exposición de heridas rasguños o mordeduras etc.
  • - Transmisión fecal-oral que puede producirse de modo directo o por medio de objetos contaminados. La medida más eficaz de prevención de esta transmisión es el lavado de manos frecuente.

Habitualmente en el medio escolar hay enfermedades que es importante conocer para intentar disminuir su contagio a las monitoras de comedor en la medida de lo posible.

Cuando las personas adultas no han padecido ciertas enfermedades en la infancia tienen riesgo de que aparezcan en formas más graves.

Conjuntivitis aguda

Es una inflamación de la mucosa que recubre el ojo y puede ser de tipo bacteriano o viral. Produce enrojecimiento de uno o los dos ojos con hinchazón de los párpados y secreción ocular al principio acuosa y después blanco amarillenta. Se transmite por contacto directo con la secreción ocular de personas infectadas (lágrimas) o por utilizar ropas, pañuelos, toallas, lápices o material escolar contaminados.

Gastroenteritis aguda. Diarrea

Cuadro de infección gastrointestinal con heces blandas u acuosas que puede producirse por bacterias, virus o parásitos. Producen vómitos, diarrea, dolor abdominal y en ocasiones fiebre. Se transmite por contacto directo persona- persona por vía fecal-oral y por el consumo de alimentos o aguas contaminadas.

Pediculosis

Infestación del cuero cabelludo por pequeños parásitos comúnmente llamados piojos. Dicha infección no distingue nivel cultural, ni económico ni edad. Suele aparecer picazón insistente y persistente en cabeza y cuello. Dicho picor es muy intenso y en ocasiones se producen heridas sobreinfectadas por rascado. Se transmiten por contacto directo con la persona infectada o por compartir objetos personales (ropa, peines).

Varicela

Es una enfermedad aguda, brusca y generalizada producida por el virus de la varicela. Presenta fiebre y unas lesiones en la piel que suelen comenzar por la cabeza y avanzar terminando en las extremidades inferiores. Las lesiones son inicialmente manchas que adquieren relieve se convierten en vesículas y posteriormente pequeñas costras, suelen estar en diferentes fases a la vez. Se transmite muy fácilmente sobre todo en los primeros días de la aparición de las lesiones. Su transmisión puede ser por contacto directo por vía respiratoria por gotitas respiratorias o por contacto con secreciones de las vesículas o con objetos contaminados con el contenido de las vesículas.

Los trastornos musculoesqueléticos de origen laboral pueden definirse como alteraciones corporales producidas en los músculos, articulaciones, ligamentos, tendones, huesos, nervios, huesos y/o sistema circulatorio que son producidas o agravadas por el desarrollo del trabajo de una forma inadecuada. Se consideran trastornos acumulativos ya que son el resultado de una exposición a determinadas cargas o malas posturas de manera continuada o bien por traumatismos de tipo agudo ocasionados por accidentes o golpes.

Los factores que aumentan el riesgo de los trastornos musculoesqueléticos son:

  • Posturas forzadas de trabajo.
  • Gestos, acciones y posturas repetitivas.
  • Manipulación con sobreesfuerzos de cargas como por ejemplo al levantar a los niños.
  • Uso de fuerzas repetitivas de manera moderada pero que implican poca masa muscular.
  • Abuso de las posturas estáticas.

Los puestos de trabajo en comedores se caracterizan por ser de elevado nivel de carga física, ya que hay tareas que implican la adopción de posturas de trabajo muy forzadas, la aplicación de fuerza manual, la repetición de movimientos, el levantamiento de cargas, etc. La sobrecarga física supone uno de los riesgos principales en el puesto de monitor escolar, dependiendo en gran medida de la edad de los alumnos y de la actividad a realizar durante las tareas de comedor, pueden ser la causa de lesiones musculoesqueléticas. Todas ellas pueden dar lugar a dolores en los hombros, los codos, el cuello, la espalda y a otros problemas que pueden ser indicativos de posibles enfermedades profesionales: tendinitis, bursitis, hernias discales, síndrome del túnel carpiano, etc. La exposición a estos factores se incrementa por el hecho de permanecer toda la jornada de pie.

Manipulación manual de cargas. En los comedores escolares se realizan diferentes funciones, más allá de atender a los alumnos durante la comida, por lo que es muy común la realización de tareas que impliquen la manipulación manual de cargas. En ocasiones, una correcta planificación y organización de los elementos a manipular es suficiente reducir este riesgo, pero en la mayoría de las ocasiones es inevitable esa manipulación, por lo que hay que seguir una serie de recomendaciones.

Los riesgos psicosociales son condiciones de trabajo derivadas de la organización del trabajo, para las que existen estudios científicos suficientes que demuestran que son perjudiciales para la salud de los trabajadores y trabajadoras.

Aunque los efectos a corto plazo más conocidos de la exposición a riesgos psicosociales se manifiestan a través de procesos conocidos como ?estrés?, que inciden sobre la salud psíquica del trabajador y la trabajadora, existen otros efectos a largo plazo que pueden ponerse de manifiesto a través de problemas cardiovasculares, gastrointestinales, musculo-esqueléticos, dermatológicos, de salud mental, etc.

  • >Altos índices de temporalidad y la precariedad de las condiciones laborales son características principales que se pueden encontrar en este sector, lo cual agrava considerablemente los problemas de carácter psicosocial en las empresas.
  • Por otro lado, la enorme rotación de trabajadores y trabajadoras hace que nunca se llegue a tener la suficiente formación, ni profesional ni en materia de prevención de riesgos laborales para hacer frente a este trabajo con ciertas garantías para la salud. Se trata, en definitiva, de un problema de inseguridad, tanto en relación con la estabilidad en el empleo, como en relación con las propias condiciones de trabajo.
  • Fruto también de esta precariedad aparecen importantes problemas relacionados con la organización del tiempo de trabajo.
  • Es bastante normal que las trabajadoras de comedores se encuentren sometidas a una presión de tiempo y a unos ritmos de trabajo muy altos, puesto que hay que cumplir con los horarios de las comidas, controlar que los niños comen adecuadamente, ayudar a los más pequeños, gestionar los conflictos que surjan durante la comida, etc., dándose, por lo tanto, fuertes picos de actividad.
  • Estos altos ritmos de trabajo hacen que sea bastante habitual que se produzcan conflictos de distinta naturaleza. La mayor parte de los trabajadores y trabajadoras no han recibido formación específica sobre gestión de conflictos ni tampoco en habilidades sociales para el trato con clientes y/o compañeros. Todas estas situaciones conllevan una serie de exigencias emocionales que si se mantienen en el tiempo pueden generar importantes problemas de salud.
  • El trabajo como monitora de comedor es una actividad que en general se caracteriza por el escaso nivel de autonomía que tienen las personas que lo desarrollan. Esto supone que la capacidad de decisión sobre las tareas que realizáis son muy escasas.
  • Por lo general, el bajo nivel de participación de los trabajadores y trabajadoras en todo lo relativo a organización del trabajo, hace que gran parte de las tareas a realizar escapen a tu propio control. Esta falta de participación también tiene consecuencias en las posibilidades para aplicar los conocimientos, habilidades y experiencias en las actividades diarias.