Antes de manipular cualquier producto de limpieza debéis leer la etiqueta, ya que en ella encontrareis información sobre los riesgos y las medidas preventivas que hay que adoptar para el uso de ese producto. También en las Fichas de Datos de Seguridad, que siempre tienen que estar a disposición de trabajadores y trabajadoras, se puede ampliar la información sobre el producto químico que se está utilizando.
La plantilla tiene que recibir formación suficiente para poder interpretar tanto las etiquetas como las Fichas de Datos de Seguridad.
Hay que prestar atención y tener especial cuidado si se realiza algún trasvase a recipientes más pequeños. Se debe evitar en la medida de lo posible, y en el caso de tener que hacerlo:
Hay que usar los productos de limpieza de uno en uno y evitar realizar mezclas de productos, salvo que el fabricante lo indique. NUNCA se debe mezclar lejía con amoniaco o con productos ácidos como el salfuman.
Es necesario que al manipular estos productos utilices guantes y gafas de seguridad
Nunca debéis comer o beber después de haber utilizado productos químicos, incluso aunque se hayan usado guantes.
La constante manipulación de alimentos origina la aparición del riesgo biológico. Son muy comunes los trastornos de la piel, así como los problemas cutáneos.
Las enfermedades infecciosas aparecen con mayor frecuencia en la edad escolar, ya que habitualmente comparten espacios comunes e intercambian objetos con asiduidad (comida, juguetes, material escolar,...), facilitando esto la transmisión de enfermedades infecciosas. Esto hace que las monitoras del comedor estén especialmente expuestas al contagio.
Habitualmente en el medio escolar hay enfermedades que es importante conocer para intentar disminuir su contagio a las monitoras de comedor en la medida de lo posible. Cuando las personas adultas no han padecido ciertas enfermedades en la infancia, tienen riesgo de que aparezcan en formas más graves. Por tanto es muy conveniente que tengas al día la cartilla de vacunación para algunas de estas enfermedades.
La higiene de manos es fundamental para evitar en la medida de lo posible el contagio, así como no llevarse las manos a la cara, ojos, boca o nariz.
Igualmente, las mascarillas ayudan a prevenir el contagio de enfermedades al respirar.
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