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- En muchos establecimientos comerciales los trabajadores pasan demasiado calor en verano y frío en invierno

- Cuando se utilizan sistemas de refrigeración puede haber demasiado frío o una distribución irregular del mismo entre los diferentes espacios.

- Temperaturas extremas (especialmente en cámaras frigoríficas, cercanía de hornos).

- Corrientes de aire por apertura puertas exteriores. Cambios bruscos de temperatura.

- Ruido ambiental intenso (megafonías, clientes, operaciones de preparación de la venta).

- La exposición en algunos establecimientos puede superar los 85 y hasta 90 decibelios. El daño al oído puede aparecer a partir de los 80 decibelios, además se pueden producir otras alteraciones.

- Muchos establecimientos comerciales venden, utilizan y/o almacenan para uso propio decenas de productos tóxicos. Suelen ser productos de limpieza, plaguicidas, acaricidas, raticidas, funguicidas, conservantes, cloro, amoniaco, alcoholes, disolventes orgánicos,...

- También puede haber almacenamiento de pinturas, disolventes, ácidos, productos cáusticos y gases comprimidos.

- En algunos también puede haber presencia de pegamentos, colas, disolventes, pinturas etc. destinados al mantenimiento, decoración y reparaciones de las instalaciones.

- La contaminación puede estar también en lugares más inesperados, pero que están asociados a diversas actividades comerciales.

- Iluminación inadecuada (por exceso o defecto y situación respecto al plano de trabajo, reflejos en superficies brillantes, deslumbramientos.

- La luz fluorescente puede producir dolor de cabeza.

- Láser de los lectores de códigos de barras y los escáneres de mano de los supermercados (lesiones en la retina).

En comercio de alimentación los riesgos derivados de la manipulación de alimentos deben ser tenidos en cuenta, evaluados y actuar frente a sus consecuencias. En el caso de pescaderías, carnicerías, charcuterías..., donde se trabaja manipulando alimentos frescos, debe ponerse un cuidado especial, ya que un adecuado manejo, conservación y almacenamiento de los alimentos previene accidentes y enfermedades, tanto para las propias personas trabajadoras como para la clientela

- Accidentes relacionados con la carga y descarga de camiones, así como el transporte de productos.

- Atropellos y atrapamientos por carretillas transportadoras. El uso de carretillas mecánicas puede llegar a provocar accidentes, incluso mortales.

- Manipulación de paquetes (cortes en la apertura de paquetes, golpes, caída de los mismos).

- Cortes, aplastamientos y contusiones por utilización de herramientas manuales como cuchillos, sierras, tijeras, pegamentos, papel (sectores de alimentación, bricolaje, textil).

- Caída de objetos en almacenamiento.

- Accidentes provocados por estanterías, cajoneras y armarios inestables o sin anclar adecuadamente.

- Caídas al mismo nivel por resbalones y tropezones por mal estado de los suelos y vías resbaladizas por tareas de limpieza, presencia de residuos, derrames, etc.

- Caída a distinto nivel, de altura desde plataformas elevadas (en tareas de almacenamiento especialmente).

- La utilización de tijeras, cuchillos, loncheadoras, picadoras, etc. puede herir a los trabajadores mientras llevan a cabo su labor,

Manejo Manual de Cargas

Es frecuente, en el trabajo habitual de un establecimiento comercial, el transporte y la manipulación manual de los productos destinados a la venta y almacén. Una manipulación inadecuada de las cargas puede dar lugar a numerosas lesiones musculoesqueléticas que afectan, principalmente pero no solo, a la columna vertebral.

- Especialmente en cajas, reposición y etiquetado de productos, carga y descarga, vigilancia, etc.

- El manejo de cargas pequeñas durante períodos de tiempo prolongados puede ser tan perjudicial como el manejo puntual de grandes cargas.

- El manejo de cargas pesadas o hacerlo en posturas inadecuadas provoca dolor de espalda, así como riesgos específicos en caso de mujeres embarazadas (parto prematuro o nacidos con bajo peso).

- Los movimientos repetidos provocan problemas articulares (tendinitis, síndrome del túnel carpiano, tenosinovitis, síndrome de la salida torácica y problemas en la cadera, piernas y pies).

El trabajo en los comercios, en su mayoría, conlleva atención directa al público adoptando posturas de pie, tanto como dependientes como si nuestro trabajo es en la caja registradora.

Las posturas prolongadas, ya sea sentado o de pie, pueden ocasionar problemas si no se relajan los músculos posturales afectados, llegando a ocasionar problemas como:

- Circulación lenta de la sangre en las piernas.

- Tensión muscular constante para mantener el equilibrio, tensión que aumenta al inclinarse hacia adelante.

- Riesgo de situaciones de violencia, agresiones, atracos, sobre todo los/as de puestos de venta directa en contacto con los clientes. En los comercios que cierran tarde y/o se encuentran en lugares apartados el personal puede, al salir del trabajo, encontrarse solos y vulnerables a atropellos violentos. El miedo a ser atacado puede provocar estrés.

- El acoso sexual no es, desgraciadamente, algo tan raro en los centros de trabajo. Y puede proceder tanto de personal propio de la empresa como de la clientela. Si, además quien lo practica tiene un puesto superior jerárquico puede conducir a situaciones angustiosas.

Se define el riesgo psicosocial como la posibilidad de daños a las personas o bienes, como consecuencia de circunstancias o condiciones de trabajo.

Entre los riesgos psicosociales más relevantes que pueden presentarse en los puestos de trabajo de comercio se encuentran:

- Estrés.

- Síndrome de estar quemado o burnout.

- Situaciones de trato conflictivo.

- Accidentes provocados por estanterías, cajoneras y armarios inestables o sin anclar adecuadamente.

La presencia de estos riesgos puede asociarse a diferentes factores:

- Inadecuada disposición de los tiempos de tareas y descanso.

- Inadecuación ergonómica de los puestos.

- Estrés derivado del trato con clientes.

- Sistema de turnos. Trabajo nocturno.

- Factores del ambiente, como pueden ser exceso de ruido o mala iluminación.

- Ritmo de trabajo impuesto. Imposibilidad de organizar tiempos de descanso según necesidades. Poca participación.

- Alta temporalidad y rotación. Dificultades de promoción laboral.

- Estilo de mando autoritario.

- Las características individuales del propio trabajador

- En un puesto de trabajo de caja de un supermercado que utiliza escáner se manejan pesos que, en conjunto, pueden sumar hasta varias toneladas por jornada de trabajo.

- Para el desarrollo de la función, se realizan determinados movimientos posturales forzados, provocados por mala adecuación del puesto de caja.

- A lo largo de la jornada laboral se repiten constantemente los mismos movimientos, lo cual afecta a las articulaciones, generando problemas musculoesqueléticos por desgaste.

- Un cajero puede llegar a atender a más de 300 clientes por día y los sistemas informáticos permiten controlar al detalle el trabajo que desempeña.

- Los cajeros/as acaban desarrollando problemas musculares y de las articulaciones en manos, muñecas, brazos, hombros y cervicales.

- Muchos trabajadores/as padecen varices y piernas hinchadas por trabajar de pie durante toda la jornada.

- El dolor de espalda es otro problema frecuente por la misma razón o por un asiento inadecuado.