Respeta siempre el código de circulación, y especialmente los límites de velocidad.
Señaliza todas tus maniobras y utiliza los intermitentes.
Revisa el estado del vehículo, con especial atención a los neumáticos y los frenos.
Utiliza siempre el casco, incluso si tu trabajo de reparto es en bicicleta. Y utilízalo adecuadamente, siempre ajustado a tu talla y correctamente abrochado.
Utiliza ropa de seguridad adecuada para, en caso de accidente, te proteja de las consecuencias del mismo.
Solicita a la empresa que te de la formación adecuada para la prevención de riesgos laborales de tráfico.
Extrema las precauciones en caso de climatología adversa: lluvia, nieve, niebla, viento, temperaturas excesivamente bajas o altas...
Evita distracciones durante la conducción.
Mantén siempre la distancia de seguridad con el vehículo que tengas delante, adecuándola al estado de la vía o a las condiciones meteorológicas adversas.
Procura descansar lo suficiente para evitar conducir con sueño o cansancio acumulados.
Si es necesaria la utilización de algún dispositivo de geolocalización, colócalo en el propio vehículo con un soporte homologado.
Utiliza dispositivos reflectantes para hacerte más visible al resto de conductores.