Los dispositivos de seguridad nunca deben ser anulados o manipulados y, si es necesario, usar empujadores o palas para evitar acercarse a sus partes peligrosas como pueden ser las zonas de corte.
La limpieza de la maquinaria se tiene que realizar siempre con ella desconectada de la corriente eléctrica, y asegurando que no sea puesta en funcionamiento de forma accidental.
Se debe tener cuidado con el uso de ropa holgada o no sujeta al cuerpo, ya que puede dar lugar a atrapamientos o enganchones.
No utilizar nunca para subir a sitios altos cajas, sillas, etc., para ello debéis usar siempre equipos adecuados al efecto, como las escaleras manuales, pero siempre bajo la certeza de que están en buenas condiciones.
No usar nunca las escaleras delante de las cocinas cuando están en funcionamiento o con recipientes con contenido caliente, y no podéis subir a ellas con las manos ocupadas.
La mejor prevención es limpiar inmediatamente cualquier derrame o salpicadura que pueda producirse con ocasión de las tareas que se realizan; señalizar correctamente que el suelo pueda estar mojado con ocasión de las labores de limpieza, y reparar lo antes posible los desperfectos si el suelo se encontrara en mal estado.
Hacer uso de calzado antideslizante.
Delante de los fregaderos y de las cocinas es recomendable colocar parrillas enrejadas evitando así que el agua o la grasa se acumulen.
En el caso de las herramientas de corte, estos deben estar correctamente afilados y tener mangos de material antideslizante.
Siempre debéis realizar los cortes encima de superficies adecuadas y utilizar guantes protectores de corte.
Cuando manipules el cuchillo vigilar la orientación del filo y la punta procurando evitar siempre el cuerpo del trabajador o trabajadora. Una vez que termines, lava los cuchillos a la mayor brevedad, sécalos y guárdalos en un cajón o estante específico para ellos.
Cuando uséis máquinas de corte, tenéis que hacerlo según la recomendación del fabricante, usando los empujadores y desconectando la corriente eléctrica cuando se vayan a realizar tareas de limpieza y mantenimiento.
En el caso de que haya que recoger los restos de algún cristal roto, o restos de vajilla o cerámica del suelo, debéis hacerlo siempre con cepillo y recogedor, y si los restos se encuentran dentro del fregadero, hay que usar siempre guantes.
A la hora de preparar las bolsas de basura, nunca apretéis las mismas con las manos, ya que puede haber en su interior restos de alimentos, o utensilios que hayan podido romperse y que provoquen un corte o un pinchazo.
Hay que evitar en todo momento el desorden y la presencia de objetos fuera del lugar habilitado para ellos. Los objetos pesados debéis colocarlos en las zonas bajas de las estanterías, y tenéis que procurar cerrar cajones y puertas de hornos, armarios, lavavajillas, etc.
Hay que prestar atención al recorrido a realizar, y si se puede ir avisando y comprobando que el camino está despejado, sobre todo si lleváis con vosotros herramientas o cargas peligrosas (cuchillos, recipientes con contenidos calientes, etc.). En estos casos hay que abrir las puertas con el cuerpo protegiendo la carga con el mismo.
Hay que mantener siempre hacia el interior de los fogones los mangos de sartenes y cacerolas; usar protectores para las manos siempre que se cojan recipientes calientes o que contengan líquidos en ebullición; apartar la cara siempre que se abran hornos, destapen ollas o cacerolas etc. Son medidas de prevención muy elementales y que servirán para evitar accidentes.
De la misma manera debéis tener cuidado al calentar líquidos en los hornos microondas, por el retardo en su ebullición. Para evitarlo es conveniente introducir una cuchara no metálica dentro del recipiente, evitando así el sobrecalentamiento, o esperar un momento antes de extraer el recipiente del interior del microondas, así como nunca abrirlo mientas esté en funcionamiento.
La prevención de los incendios es otro de los puntos clave y donde se debe poner mucha atención en las cocinas. Estos locales hay que considerarlos como lugares de riesgo especial, entre otras cosas por el uso de aceite, de gas natural, butano o propano.
Debéis vigilar la correcta ventilación y la extracción de humos. Las campanas extractoras son elementos imprescindibles en estas instalaciones y a los que hay que prestar especial atención, ya que son las encargadas de eliminar los vapores que se desprenden de la cocina, los cuales van cargados de partículas de aceite y grasa.
Estos sistemas de extracción deben garantizar la evacuación del humo a elevadas temperaturas, y su conducto de extracción o chimenea tiene que poder resistir el paso de llamas, calor y gases durante un tiempo determinado. Por eso es imprescindible que haya un correcto mantenimiento y se realice una exhaustiva limpieza de los mismos.
También hay que revisar las instalaciones de gas, las conexiones de las gomas de alimentación de las cocinas, así como su fecha de caducidad.
Es fundamental revisar también los quemadores para evitar una mala combustión y la formación de monóxido de carbono. El almacenamiento de las bombonas de gas debe realizarse en lugares bien ventilados, nunca en sótanos o lugares cerrados.
Es indispensable asegurarnos de que no haya corrientes de aire que puedan apagar los fuegos, por el riesgo que conlleva el que pueda darse un escape de gas.
Es totalmente necesario que las cocinas dispongan de un plan de emergencia y evacuación, que implica disponer de una correcta señalización, elementos de extinción y detección de incendios debidamente homologados, y una correcta formación del personal de la cocina en materia de prevención de riesgos laborales. Es importante que los trabajadores y las trabajadoras sean conocedores de cómo actuar ante conatos de incendio en las cocinas.
Antes del uso de estos aparatos, es conveniente que reviséis su estado general, vigilando especialmente el estado de los cables de alimentación y las conexiones. No se deben realizar reparaciones provisionales en estos aparatos ni empalmes en los cables. Por supuesto, antes de realizar labores de limpieza de las máquinas tenéis que proceder a su desconexión de la corriente eléctrica.
Las recomendaciones más comunes en las cocinas son:
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